RETO
Uno de los líderes de la venta de aparatos electrodomésticos de cocina quiso analizar sus riesgos a nivel de sostenibilidad para el negocio. Los resultados resaltaron que la escasez de los recursos tendría como consecuencia el aumento de las tarifas de las materias primas necesarias para la confección de sus productos, poniendo en peligro su modelo de negocio. Esta empresa quiso abordar este problema con un nuevo enfoque, apostando por la innovación y la economía circular, trabajando conjuntamente con los diferentes departamentos: marketing y responsabilidad social corporativa de la empresa.
SOLUCIÓN
Una solución encontrada para mantener un modelo de negocio sostenible y rentable es que la empresa siga en posesión del aparato, para poder recuperar las materias al final de la vida del producto y poder reincorporarlas en un nuevo producto.
La idea implementada fue lanzar un proyecto piloto para probar la economía circular en un nuevo servicio, basándose en la economía de funcionalidad, es decir en el uso de un producto en vez de su posesión. Creamos un servicio de alquiler de ciertos aparatos electrodomésticos de cocina, sobre todo la gama de aparatos que se utilizan para eventos especiales y no todo el año (por ejemplo, un tirador de cerveza, una máquina de algodón de azúcar, una heladera, etc.). El proyecto consistió en un análisis de los riesgos, un estudio de mercado, la creación del servicio de alquiler de aparatos de cocina, selección de los aparatos de cocina y precios asociados, y análisis de los comportamientos de los clientes tales como análisis del ciclo de vida del servicio, colaborando con Universidades y Expertos de la Economía Circular.
VALOR AÑADIDO
Este servicio permite luchar contra la obsolescencia programada, optimizando la eco-concepción y maximizando la vida útil del producto. Permite aumentar la confianza de los clientes hacia la marca y sus productos. La economía de funcionalidad seduce a clientes y refuerza el compromiso de la empresa en su compromiso hacia el desarrollo sostenible, y particularmente, en la economía circular.
El piloto permite ser lanzado a pequeña escala y estudiar los resultados antes de implementarlo a nivel más global.
La empresa sigue siendo propietaria de las materias de sus aparatos y los puede volver a incorporar en nuevos aparatos, permitiendo un ahorro.
Esta experimentación de un modelo innovador fue realizada a través de un acompañamiento estratégico y operacional, colaborando con los diferentes departamentos de la empresa. El resultado también fue tener un equipo más comprometido hacia la sostenibilidad y abierto a nuevos modelos económicos.
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